Sismicidad y vulcanismo en México

Nuestro territorio también está afectado por los movimientos de las placas tectónicas, particularmente por dos mayores y dos menores. Las dos mayores son la placa Norteamericana y la placa del Pacífico; las menores son la placa de Rivera y la placa de Cocos. La placa del Pacífico corre paralela a la Norteamericana y este movimiento es particularmente notorio en el extremo de la península de Baja California, donde se encuentra la falla de San Andrés.

La zona de nuestro país donde ocurren sismos con mayor frecuencia se encuentra en la zona de contacto entre la Placa de Cocos y la Placa Norteamericana, frente a las costas de los estados de Michoacán, Guerrero y Oaxaca. Aunque no significa que no ocurran sismos en otras regiones del país. También suceden a lo largo de las fallas de Acambay, de San Martín Tuxtla, de Clarión y de San Andrés.

La mayor presencia de volcanes en el territorio nacional se encuentra a lo largo del Sistema Volcánico Transversal, donde se ubican el Pico de Orizaba, Popocatépetl, Iztaccíhuatl, Nevado de Toluca, Pico Tancítaro, Paricutín, Ceboruco, Jorullo y Volcán de Fuego de Colima entre otros. También está el volcán Chichonal y el Tacaná en Chiapas, el San Martín en Veracruz, el Everman en la isla Socorro del archipiélago Benito Juárez, antes Revillagigedo, entre otros. Entre volcanes activos en el país podemos mencionar al volcán Chichonal que hizo erupción en 198 causando gran destrucción en el estado de Chiapas, el volcán Popocatépetl que entró en actividad desde 1991 y el volcán de Fuego de Colima también se encuentra en actividad intensa desde 1999. 

Distribución de regiones sísmicas y volcánicas de la Tierra

La distribución de las placas tectónicas está íntimamente relacionada con la presencia de volcanes y con la ocurrencia de los sismos ya que es en los bordes de las placas, en las zonas de contacto entre éstas, donde ocurren principalmente los sismos y se presentan las erupciones volcánicas.

En lo referente a los sismos, podemos encontrar tres grandes regiones:

   Regiones asísmicas. Son las zonas que quedan distantes de los límites de las placas tectónicas y por consiguiente es muy raro que sucedan sismos o haya presencia de volcanes, En estas zonas ocurre únicamente 5% de los sismos registrados anualmente.

   Regiones penisímicas. Son las zonas adyacentes a los bordes de las placas, en donde ocurre 15% de los sismos anuales y la presencia de volcanes es rara.

   Regiones de alta sismicidad.  Corresponden a los bordes de las placas tectónicas que son zonas de roce entre placas en donde se producen las fuertes fricciones que originan los movimientos tectónicos.


En las zonas de alta sismicidad suceden el 80% de los sismos y se consideran dos zonas principales: Cinturón de Fuego del Pacífico y el Círculo Mediterráneo. El primero se extiende alrededor del océano Pacífico, que colisionan con las placas vecinas. El círculo Mediterráneo se extiende desde el mar Mediterráneo, Asia Menor hasta China y corresponde a los límites de la placa Euroasiática con las placas vecinas.

Sismos o Temblores

Una consecuencia directa del tectonismo es la sismicidad, que se manifiesta a través de los sismos o temblores. Éstos son movimientos vibratorios de la corteza terrestre originados principalmente por el desplazamiento de las placas tectónicas y en menor escala por el vulcanismo. Los sismos ocurren todo el tiempo en las zonas de contacto entre las placas, sin embargo resultan imperceptibles y sólo son registrados por los sismógrafos debido a su baja intensidad. Se calculan que ocurren alrededor de 150 mil sismos de este tipo cada año y, ocasionalmente, suceden movimientos de gran intensidad cuando se dan desplazamientos masivos de rocas, dando origen a los terremotos.

El lugar donde se origina el sismo se llama foco o hipocentro y se encuentra en el interior de la corteza terrestre a muchos kilómetros de profundidad. Se propaga en forma de ondas hasta alcanzar la superficie. 

Placas Tectónicas

La corteza terrestre no forma un todo; según la Tectónica Global está consumida por una serie de piezas a las que se le denomina placas tectónicas. Existen 8 placas mayores: Pacífica, Norteamericana, Euroasiática, Nazca, Sudamericana, Africana, Indoaustraliana y Antártica, además de un gran número de placas menores. 

Las placas tectónicas se desplazan sobre la astenosfera y no permanecen inmóviles, sino que se mueven en diferentes direcciones. Los bordes de las placas son zonas de contacto en donde se producen fuertes fricciones que son el origen de los movimientos tectónicos. De este modo se considera que el tectonismo es el conjunto de movimientos del interior de la corteza, que da lugar a la actividad sísmica y volcánica; es decir, que las zonas de contacto entre las placas tectónicas son las regiones de mayor actividad sísmica y volcánica.

Las placas tectónicas pueden moverse en una misma dirección y formar límites convergentes, o bien en direcciones opuestas y formar límites divergentes; también pueden correr paralelamente y formas límites paralelos. De acuerdo con sus desplazamientos dan lugar a los distintos relieves.